Dieta Mediterránea

La Dieta Mediterránea es un estilo de vida, no solo un patrón alimentario que combina ingredientes de la agricultura local, las recetas y formas de cocinar propias de cada lugar, las comidas compartidas, celebraciones y tradiciones, que unido a la práctica de ejercicio físico moderado pero diario favorecido por un clima benigno completan ese estilo de vida que la ciencia moderna nos invita a adoptar en beneficio de nuestra salud, haciendo de ella un excelente modelo de vida saludable.

Disfrutar de una buena salud es cuestión de genes. Sin embargo, la dieta puede ayudarnos a mantenerla y también a mejorarla. Hoy, la dieta mediterránea se ha impuesto como patrón dietético por sus efectos positivos en la salud en general y concretamente por su papel en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.


  • 1Elegir alimentos de temporada en su estado natural.
  • 2Practicar alguna actividad física regular para hacer trabajar al corazón.
  • 3Abundancia de alimentos de origen vegetal frutas, verduras, pan, pasta, arroz, cereales, legumbres y patatas.
  • 4Consumir diariamente una cantidad moderada de queso y yogur.
  • 5Utilizar el aceite de oliva como grasa principal en nuestra dieta.
  • 6Consumir semanalmente una cantidad moderada de pescado, preferentemente azul, aves y huevos.
  • 7Consumir frutos secos, miel y aceitunas con moderación.
  • 8Tomar carne roja sólo de vez en cuando.
  • 9Beber vino con moderación normalmente durante las comidas.
  • 10Utilizar las hierbas aromáticas como una alternativa saludable a la sal.

Frutos secos fuente de salud

Los frutos secos se han incorporado a la dieta alimenticia de cualquier persona que realiza esfuerzos intelectuales o físicos que requieren un alto rendimiento y una actividad intensa.

Los frutos secos como las almendras, nueces, anacardos, avellanas, cacahuetes, pacanas, piñones, pistachos pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas, tales como enfermedades del corazón, diabetes y algunoas formas de cáncer. Además, aparte de su gran sabor, los frutos secos no tienen colesterol y están repletos de importantes nutrientes, tales como proteínas, fibra y fotoquímicos. También son una gran fuente de vitaminas, como ácido fólico, niaciona y vitaminas E y B6, y minerales como magnesio, cobre, cinc, selenio, fósforo y potasio.

La mayoría de las grasas en los frutos secos son insaturadas o grasas “buenas” (i.e. mono y polisaturadas). La clave para introducir los frutos secos en la dieta sin añadir grasas extras ni calorías es el control de las porciones. Tan solo con un puñado –o una onza- de frutos secos al día proporciona beneficios nutricionales.

La almendra mediterránea

La cultura mediterránea tradicionalmente ha utilizado la almendra como un complemento extraordinario para su dieta, aprovechando sus excelentes cualidades nutricionales y organolépticas así como sus posibilidades de conservación.

España es un importante productor y en su cultura la almendra ha sido protagonista de múltiples usos, que se han extendido al resto del mundo. La almendra ase consume en su estado natural, como aperitivo, complemento de las más sabrosas recetas gastronómicas, etc. Pero su protagonismo indiscutible es como ingrediente en la repostería. Su utilización en toda clase de postres, turrones, mazapanes, helados, etc., la hacen insustituible, no habiéndose encontrado un producto alternativo que ofrezca al paladar un sabor tan delicado y exquisito.

Podemos enumerar otras aplicaciones como la leche de almendra que supone una aportación proteínica, de gran valor, cuando se observa intolerancia a la ingesta de leche de origen animal. También, desde antiguo, el aceite de almendra se ha utilizado para usos cosméticos y dermatológicos aprovechando sus cualidades antiinflamatorias y nutritivas.

La Almendra Mediterránea
La Almendra Mediterránea Información Nutricional

Para que este exquisito producto llegue al consumidor intervienen distintos profesionales: productores, descascaradores, industriales, exportadores, agentes...

Información nutricional.
Cada 100 g de almendras crudas nos aportan:

  • 20 gr. de proteínas
  • 52 gr. de grasas
  • 20 gr. de hidratos de carbono
  • 12 gr. de fibra
  • 578 calorías
  • Vitaminas E (26 mg), A (10 IU) y ácido fólico
  • Minerales: calcio (248 mg) y magnesio (275 mg)
  • Colesterol: 0